Pero si en cambio, no quieres detenerme, no hagas ninguna de esas cosas; no me des razón, no me des esperanza, ni tampoco cariño. No me leas, no me escribas, no te mientas, no me mientas y déjame ir, incluso sabiendo lo mucho que quedo por cumplir. Y recuerda, "saber cuando retirarse en tan importante como saber cuando insistir".
V.S
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¡Hola! Soy Celia, de Dejémonos llevar. Me dijiste que me pasase por aquí en un comentario, ¿Te acuerdas?
ResponderEliminarHe de confesarte que cuando alguien nuevo me sigue, cotilleo un poco por su perfil de blogger a ver si tiene algún sitio donde escribes. Tú no ibas a ser menos, y por supuesto que lo hice antes de leer tu blog.
Trasmites muchísima fuerza, aunque también mucha tristeza y pena.
Me encanta, de verdad.
Se puede escribir de muchas maneras pero no siempre se consigue llegar al lector de la manera deseada. Conmigo, por lo menos, lo has conseguido.
Sigue así por favor, que yo seguiré leyéndote encantada y compartiendo las entradas que más me gusten en Facebook para ayudarte a crecer.
Besitos!
Hola Celia. Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer, de igual forma ayudaré a tu blog, me gusta como escribes y sobre todo lo que siento al leerte.
Eliminar"Se puede escribir de muchas maneras pero no siempre se consigue llegar al lector de la manera deseada." concuerdo contigo y espero escribir el tipo de entradas que quieres leer.
Un gusto y un beso, nos leemos.
Maravilloso, Vaan. Gracias por seguir mi espacio, así he tenido la oportunidad de descubrirte.
ResponderEliminar¡Saludos!
Gracias a ti por tomarte el tiempo de leer mi comentario en tu maravilloso blog, también, por tomarte el tiempo de leerme. Eres parte de esto ahora, gracias.
EliminarUn abrazo Marina