Si sobrevives, si persistes, canta,
sueña, emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
apresúrate. El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan: tú no esperes,
es el tiempo de vivir, el único.

-Jaime Sabines

Soñadores

sábado, 9 de mayo de 2015

Completamente vacía.

Te escribo porque no tengo otra forma de nombrarte, me tiemblas las manos, la sangre me incendia, mi propia mente me atormenta, la vida me duele.
¿Se supone que debes aceptar cuando alguien se va? ¿cómo detienes tus piernas? ¿cómo cierras la boca? dímelo tú que te fuiste sin volver a voltear. ¿Acaso te aferras a la idea de que lo que sigue es mejor? Yo no he encontrado nada mejor desde que te fuiste, nada mejor que el único milagro de seguir respirando y es que aun no entiendo como puedo respirar con ese dolor en el pecho cada mañana, cada tarde, cada noche -vaya, mis noches-, prácticamente cada segundo que estoy viva, o eso que aun me deja abrir los ojos sin querer abrirlos.
Estoy completamente vacía sin ti, eras todo lo que llenaba el espacio que ahora sangra sin tenerte. Eras lo único que podía hacerme sentir bien, el único con quien tenia la seguridad de hacerlo todo y es que podíamos hacerlo. ¿Acaso todo fue un sueño? un maldito sueño que me despertó tirandondome de la cama un día, sin ganas ni siquiera de volver a soñar.
Tengo tantas cosas de ti en mi que ya no puedo ser yo misma y si siempre fue difícil ser yo no te imaginas ahora cuanto trabajo me cuesta hacer algo sin que duela.
Me duele el aire, la luz, las personas, me duelo yo. Me duele lo inmenso que se ve el camino aun y me duele más caminarlo sola. Escucho la despedida a cada paso y lo poco que me queda se esta desgastando.

V.S

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